Sabemos que los datos generados a partir de una evaluación, en este caso, de velocidad, pueden servir como comparativo dentro del equipo, determinar la media grupal y conocer quienes se encuentran por encima y por debajo de la misma. Pero es necesario contar también con la posibilidad de comparar esos datos con poblaciones similares y, a partir de allí, poder sacar conclusiones y planificar los entrenamientos. Por ello es que realizamos una recopilación de investigaciones acerca de los test más utilizados y los datos obtenidos.
Dado que se trata de intervalos de tiempo muy breves, se recomienda el uso de fotocélulas para la medición, ya que otros dispositivos presentan márgenes de error significativamente mayores que pueden comprometer la validez de los resultados
En el fútbol profesional se emplean diversas pruebas físicas para evaluar la velocidad de los jugadores, abarcando tanto la aceleración lineal como la agilidad y el manejo del balón. A continuación se recopilan los principales tests de velocidad usados internacionalmente, organizados en cuatro categorías: velocidad lineal, agilidad (con y sin balón), cambio de dirección y velocidad con balón. Para cada prueba se incluye una breve descripción, resultados típicos en distintos niveles (élite, juveniles sub-20, amateur) e incluso diferencias por posición cuando hay datos, respaldado con referencias científicas.
1. Velocidad Lineal (sprints de 5 m, 10 m, 30 m, etc.)
Las pruebas de velocidad lineal miden la capacidad de aceleración y velocidad máxima en carrera recta. Consisten en sprints en distancia corta, típicamente 5, 10, 20 o 30 metros, cronometrados con células fotoeléctricas para mayor precisión. Estas distancias permiten evaluar diferentes fases: los primeros 5–10 m reflejan la aceleración inicial, mientras que distancias de ~30 m capturan la velocidad máxima alcanzada archivosdemedicinadeldeporte.comarchivosdemedicinadeldeporte.com. En contextos profesionales, suelen medirse tiempos parciales (split times) para 0–10 m y 10–30 m, identificando en qué tramo el jugador alcanza su velocidad punta archivosdemedicinadeldeporte.com.
Descripción de la prueba: El jugador arranca desde posición estática (salida alta o baja) y corre la distancia indicada a máxima velocidad. Se registra el tiempo empleado. Es común realizar varios intentos y registrar el mejor. Por ejemplo, en el test de 30 m se ubican fotocélulas al inicio y en la meta; a veces también en parciales (10 m, 20 m) para desglosar aceleración y velocidad termina larchivosdemedicinadeldeporte.comarchivosdemedicinadeldeporte.com.
Resultados típicos: Los futbolistas profesionales muestran tiempos muy rápidos en estas pruebas. Estudios recientes indican que jugadores de élite (primera división) promedian en 10 m cerca de 1,56 ± 0,14 segundos, y en 30 m alrededor de 3,85 ± 0,22 s. En cambio, futbolistas amateurs registran tiempos más lentos: ~1,64 ± 0,13 s en 10 m y 4,47 ± 0,51 s en 30 mscielo.cl. Esta diferencia es significativa en favor de los profesionales (p<0,05), evidenciando la superior capacidad de aceleración y potencia en jugadores de alto nivel scielo.cl
Los jugadores juveniles (sub-20) presentan valores intermedios. Por ejemplo, en jóvenes de 16 años federados se han reportado ~1,82 s en 0–10 m y 4,42 ± 0,22 s en 0–30 m archivosdemedicinadeldeporte.com. Existe una mejora progresiva con la edad durante la adolescencia: a los 14 años ~4,64 s en 30 m, bajando a ~4,56 s a los 15 años y ~4,42 s a los 16 años en promedioarchivosdemedicinadeldeporte.com. Estos resultados sugieren que un jugador sub-20 de nivel competitivo podría rondar los 4,1 – 4,2 s en 30 m, acercándose a marcas de profesionales, mientras que juveniles más jóvenes aún están en desarrollo. A modo de referencia general, tiempos de ~4,0 segundos en 30 m y ~3,0 s en 20 m se consideran indicativos de gran velocidad para futbolistas masculinos adultos reddit.com. En categorías formativas, un 50º percentil para 16 años se sitúa cerca de 4,22 s en 30 m frontiersin.org.
Por posición: La velocidad lineal puede variar según el puesto de juego. En un estudio con jugadores competitivos, los delanteros fueron los más rápidos en aceleración (0–10 m), seguidos por mediocampistas centrales, luego laterales/extremos, y finalmente los defensas centrales como los más lentos pmc.ncbi.nlm.nih.gov. Esta jerarquía sugiere que los atacantes suelen desarrollar mayor explosividad en los primeros metros, atributo crucial para desmarques ofensivos. En cambio, entre futbolistas de nivel no-élite dichas diferencias posicionales tienden a desaparecer pmc.ncbi.nlm.nih.gov, indicando que en amateurs la velocidad depende más de la individualidad que de la posición táctica.
Importancia en el juego: Aunque los sprints a máxima velocidad representan un porcentaje pequeño del recorrido total en un partido (~5% de la distancia) archivosdemedicinadeldeporte.com, su impacto es enorme en acciones decisivas. Un análisis de la Bundesliga mostró que el 69% de los goles analizados involucraron carreras de sprint: 60% con sprints lineales y 9% con sprints con cambio de dirección archivosdemedicinadeldeporte.com. La capacidad de acelerar y alcanzar alta velocidad en pocos metros permite a un jugador superar rivales y generar ventajas (ej. ganar un balón dividido o desmarcarse para definir). Por ello, los preparadores físicos monitorean cuidadosamente estos tests de sprint, buscando mejoras mediante entrenamiento específico de fuerza explosiva, técnica de carrera y velocidad pura archivosdemedicinadeldeporte.com.
Referencias científicas: Numerosos estudios respaldan el uso de los sprints cortos en la evaluación de futbolistas. Por ejemplo, Haugen et al. (2012) (cit. en Haugen, Tønnessen & Seiler) documentaron que los profesionales tienen mejores tiempos de sprint que jugadores de nivel inferior, validando estas pruebas para discriminar el rendimiento competitivo researchgate.net. Muestran alta fiabilidad test-retest (ICC >0,9) en mediciones con fotocélulas. Asimismo, se emplean como predictores de potencia anaeróbica: en futbolistas españoles, la mejora en 10 m y 30 m se correlacionó con mayor potencia de tren inferiorscielo.cl. En resumen, los tests de 5, 10 y 30 m constituyen estándares en el fútbol de alto rendimiento, aportando datos objetivos sobre la velocidad lineal de los jugadores.
2. Agilidad (con y sin balón)
La agilidad en el fútbol se define como la habilidad de realizar movimientos rápidos de cuerpo entero con cambios de dirección o velocidad en respuesta a un estímulo pmc.ncbi.nlm.nih.gov. Es un atributo complejo que integra componentes físicos (aceleración, frenado, cambio de dirección o “COD”) y componentes perceptivo-decisionales (reacción a señales, lectura de juego). En evaluaciones de campo, la agilidad puede medirse en condiciones programadas (circuito preestablecido, sin incertidumbre) o no programadas (reactivas, donde el jugador responde a un estímulo imprevisto). Además, puede probarse con balón o sin balón, según se quiera aislar la capacidad física o simular la habilidad técnico-motora de dribbling a velocidad.
Pruebas sin balón (agilidad cerrada): Son tests donde el jugador sigue un recorrido fijo de cambios de dirección lo más rápido posible. Por ejemplo, el T-Test de agilidad consiste en un sprint frontal y desplazamientos laterales en forma de “T”, combinando carreras hacia delante, lateral y hacia atrás (ver sección de COD más abajo). También se utilizan variantes de shuttle run (carreras de ida y vuelta) como el 5-10-5 o pro-agility shuttle, que incluyen cambios rápidos de dirección en un plano lineal nsca.com. Estas pruebas evalúan la velocidad de cambio de dirección en situaciones controladas, reflejando la capacidad de desacelerar y acelerar lateralmente, importante en defensa y transiciones.
Pruebas con balón (agilidad abierta o específica): Incluir el balón añade dificultad técnica y hace la prueba más específica al fútbol. Un ejemplo clásico es el slalom con balón, donde el jugador conduce a máxima velocidad sorteando una serie de conos en zig-zag. El objetivo es medir cuán rápido puede cambiar de dirección mientras mantiene el control del balón. Existen protocolos diseñados, como el Ronaldo Speed Test, que evalúa la conducción rápida en un circuito de conos (inspirado en la habilidad de C. Ronaldo) topendsports.comtopendsports.com, cronometrando desde que el jugador arranca hasta que finaliza con un disparo a portería. Otra prueba utilizada en investigaciones es el “15m agility run” con balón: una carrera de ~15 metros que incluye giros de 90° y 180° driblando, cuyo tiempo se compara con la misma carrera sin balón kwpublications.comkwpublications.com. También se han desarrollado tests de agilidad reactiva con balón (p.ej. responder a una señal visual regateando hacia determinado lado).
Resultados típicos sin vs. con balón: En general, la presencia del balón reduce la velocidad del test debido a la necesidad de controlar la pelota. Como referencia, jóvenes futbolistas élite (~15 años) tardaron en promedio ~4,5 segundos en un recorrido de agilidad de 15 m con cambios de dirección llevando balón, frente a aproximadamente 4,0 segundos sin balón en el mismo recorrido pmc.ncbi.nlm.nih.govpmc.ncbi.nlm.nih.gov. Es decir, el dribbling impuso ~0,5 s (≈10-15%) de penalización en tiempo. De modo similar, en una prueba de agilidad 5-0-5 (un solo cambio de dirección 180°) jugadores juveniles marcaron ~2,42 s sin balón, mientras que con balón el tiempo suele incrementarse ligeramente (no reportado en este estudio pero se espera >2,5 s) pmc.ncbi.nlm.nih.govpmc.ncbi.nlm.nih.gov. La diferencia varía según la habilidad técnica del jugador: futbolistas profesionales, con mejor conducción, minimizan la pérdida de velocidad. Un análisis cinemático en jugadores de primera división de Venezuela observó que en un sprint lineal de 30 m la velocidad máxima fue menor cuando corrían con balón, reflejando pasos más cortos y menor frecuencia debido al control del esférico (Gómez et al., 2013). En suma, un buen driblador logrará tiempos con balón cercanos a los registrados sin balón, mientras que en jugadores menos técnicos la brecha será mayor.
En cuanto a niveles competitivos, es frecuente que jugadores élite no solo sean más ágiles físicamente sino que también sostengan mejor la agilidad con balón. Un estudio malayo que comparó la agilidad con y sin balón entre posiciones indicó que tras un programa de entrenamiento, delanteros y extremos mejoraron notablemente su agilidad con balón, quedando más rápidos que defensores en dichos tests kwpublications.comkwpublications.com. Aunque las diferencias iniciales no eran significativas, el entrenamiento específico potenció más la agilidad de atacantes. Esto sugiere que, al más alto nivel, jugadores ofensivos tienden a sobresalir en agilidad con balón, acorde a las demandas técnicas de eludir rivales.
Pruebas reactivas: La agilidad “abierta” incluye también tests con reacción a estímulos no predecibles. Un ejemplo es el Reactive Agility Test (RAT), donde el jugador comienza en posición central y, a una señal aleatoria (lumínica o en pantalla que simula un oponente), debe esprintar y cambiar de dirección hacia el lado indicado, con o sin balón. Este tipo de test mide no solo la velocidad de movimiento sino el tiempo de reacción y toma de decisión. Estudios han mostrado que las pruebas reactivas pueden distinguir niveles de habilidad: jugadores élite/sub-élite reaccionan y cambian dirección más rápido que jugadores menores sponet.de. Por ejemplo, Harper et al. (2021) hallaron que añadir componentes reactivos diferencia mejor a los futbolistas jóvenes de distinta categoría que solo los sprints o COD pre-planificados. Con balón, la agilidad reactiva es aún más desafiante y relevante, ya que en el juego real un futbolista debe reaccionar con el balón controlado.
Aplicación en fútbol profesional: La agilidad (especialmente con balón) está muy vinculada al rendimiento técnico-táctico. Entrenadores evalúan esta cualidad para identificar jugadores capaces de gambetear adversarios o responder rápido en defensa. Referencias científicas recomiendan entrenar la agilidad de forma integral – combinando ejercicios de fuerza explosiva, cambio de dirección y estímulos cognitivos – ya que mejoras en fuerza de piernas y velocidad lineal pueden transferirse parcialmente a mejor agilidad pmc.ncbi.nlm.nih.govpmc.ncbi.nlm.nih.gov. Además, monitorizar la diferencia con vs. sin balón ofrece información útil: una brecha pequeña indica un jugador técnicamente eficiente a alta velocidad. En resumen, las pruebas de agilidad, con sus variantes, permiten valorar la rapidez funcional del futbolista en acciones cortas y cambiantes, con o sin pelota, emulando lo que sucede en el terreno de juego.
3. Velocidad de Cambio de Dirección (Tests COD: 5-0-5, Illinois, T-Test)
En esta sección se destacan pruebas específicas de cambio de dirección (Change of Direction, COD), que son formas estandarizadas de medir la agilidad cerrada sin componente reactivo. Estos tests obligan al jugador a realizar uno o varios giros o cambios bruscos de trayectoria lo más velozmente posible. Entre los más utilizados en fútbol están el test 5-0-5, el Illinois Agility Test y el T-Test, entre otros. Estas pruebas se consideran válidas para evaluar la capacidad de aceleración, frenado y re-aceleración del atleta en planos multidireccionales philplisky.comphilplisky.com.
Figura 1: Configuración del 5-0-5 Agility Test, con un sprint de entrada de 10 m, giro de 180° sobre la línea a 15 m, y regreso de 5 m cronometrado philplisky.comphilplisky.com. Este test evalúa la velocidad de cambio de dirección 180° (izquierda o derecha) y permite comparar rendimiento de pierna dominante vs. no dominante.
Valores normativos para la prueba de agilidad 5-0-5
- Test 5-0-5: Consiste en una carrera con un único cambio de dirección de 180°. El nombre proviene de correr 5 metros de ida y 5 de vuelta (total 10 m cronometrados) después de una corta aceleración inicial. En la práctica, el jugador arranca unos 10 m antes de unas fotocélulas para poder alcanzarlas a máxima velocidad; al cruzar las células inicia el cronometraje, corre hasta una marca situada 5 m más adelante, realiza allí un giro de 180° y regresa 5 m pasando de nuevo por las fotocélulas donde se detiene el tiempophilplisky.comphilplisky.com. Solo se cronometra la fase de entrada al giro y de salida (5+5 m). Este test aísla la capacidad de frenar y re-acelerar rápidamente en dirección opuesta, cualidad clave en muchas situaciones de juego (por ej., cambiar de dirección para perseguir a un rival que hizo un regate). Se suele ejecutar para ambos lados (giro hacia izquierda y derecha) para detectar asimetrías.
Valores típicos: Es una prueba muy corta; los futbolistas profesionales masculinos suelen registrar tiempos entre ~2,2 y 2,5 segundos en el 5-0-5 facebook.com, mientras que juveniles de alto nivel ~2,4–2,6 s y mujeres un poco por encima (~2,6–3,0 s). En jugadores sub-15 de academia, por ejemplo, se midió ~2,42 ± 0,15 s de promedio pmc.ncbi.nlm.nih.gov. Un tiempo por debajo de ~2,3 s se considera excelente para un jugador adulto varón. Este test muestra diferencias sutiles entre niveles: en general, atletas de mayor rendimiento logran tiempos menores gracias a mejor potencia de frenado y cambio de sentido philplisky.com. Sin embargo, su capacidad para discriminar dominancia de pierna es tema de debate (no siempre se halla diferencia significativa entre giro hacia un lado u otro) scienceforsport.com. Aún así, la simplicidad y fiabilidad del 5-0-5 han hecho que aparezca regularmente en baterías de test físico-profesionales scienceforsport.com.
- Illinois Agility Test: Es una de las pruebas de agilidad/COD más clásicas en el deporte. Diseñada originalmente por Getchell (1979), evalúa la agilidad en múltiples direcciones con varios cambios de sentido. El recorrido es de 10 m de largo por 5 m de ancho, con 4 conos en las esquinas (salida, dos giros, llegada) y 4 conos centrales alineados longitudinalmente separados 3,3 m entre sí topendsports.comtopendsports.com. El jugador comienza acostado boca abajo detrás de la línea de salida; al iniciar, se pone de pie y sprinta 10 m hasta el cono opuesto, gira y vuelve 10 m al punto de partida, luego zigzaguea entre los 4 conos centrales ida y vuelta, y finalmente corre 10 m de regreso al punto de llegada topendsports.com. En total realiza ~60 metros con 11 cambios de dirección (giros de 90° y 180°, más curvas alrededor de conos centrales).
Valores típicos: Es un test más largo (los mejores tiempos ~15 segundos), por lo que la fatiga puede influir en la parte final topendsports.com. Para varones, un desempeño excelente es completar el Illinois en menos de 15,2 s, mientras que entre 16,2–18,1 s se considera promedio y >19,3 s pobre (según normas para atletas ~16-19 años) topendsports.com. Jugadores profesionales de fútbol suelen rondar 15–16 segundos. Por ejemplo, en un estudio con futbolistas de élite se reportó 15,47 ± 0,60 s de promedio, frente a 15,84 ± 2,03 s en jugadores amateurs, diferencia que no resultó estadísticamente significativascielo.cl. Esto indica que, a pesar de la variabilidad, ambos grupos caían en el rango “bueno” (<~16 s). Otro estudio estableció valores normativos similares: ~15,56 ± 0,80 s en hombres y ~17,50 ± 0,80 s en mujeres de nivel universitario sciencedirect.com. En la práctica, tiempos por debajo de ~15 s en varones son excepcionales (requieren alta velocidad y agilidad), mientras que ~18 s sería un valor aceptable para amateurs. La prueba Illinois es sensible para monitorear la mejora con entrenamiento pliométrico o de agilidad, aunque al incluir tantos giros puede estar influida por la resistencia anaeróbica del jugador si este no está bien condicionado topendsports.com.
Nota: Existe la Illinois modificada (versión más corta) para reducir la duración >15 s topendsports.com, y es posible realizarla con balón en contextos futbolísticos, aunque esto no es parte del protocolo estándar. De hecho, algunos clubes evaluan la “Illinois con balón” para ver la merma de tiempo al driblar – un jugador élite podría hacerla en ~18 s con balón comparado con ~15 s sin él, por ejemplo. - T-Test: Evalúa la agilidad con desplazamientos en forma de “T”. Se colocan 4 conos: uno de partida, uno 10 m al frente, y dos a los lados formando la parte superior de la T (a 5 m a izquierda y derecha del cono frontal) topendsports.com. El atleta corre 10 m en línea recta hasta el cono frontal, luego se mueve lateralmente 5 m a un lado, luego 10 m hasta el cono opuesto lateral, vuelve 5 m al centro, y finalmente retrocede 10 m hacia atrás hasta la salida topendsports.com. Debe tocar la base de cada cono en cada cambio de dirección. Se cronometran todos estos movimientos enlazados. El T-Test requiere aceleraciones frontales, desplazamientos laterales y carrera hacia atrás, ofreciendo un índice completo de agilidad en diferentes planos.
Valores típicos: Para hombres deportistas, un resultado excelente es terminar en <9,5 s, bueno 9,5–10,5 s, promedio ~11 s, y pobre >11,5 s topendsports.com. Los futbolistas profesionales tienden a ubicarse en el rango bueno-excelente; por ejemplo, jugadores de nivel universitario (NCAA) promediaron ~9,9 s en este test según Pauole et al. (2000). Diferencias de ~1 segundo pueden distinguir niveles de habilidad: un élite quizás marque 9,3 s, mientras un jugador amateur 10,5–11 s. Asimismo, existen diferencias de sexo (las mujeres típicamente ~1 s más lentas: excelente <10,5 s) topendsports.com. El T-Test se ha validado en poblaciones futbolísticas, mostrando buena fiabilidad (test-retest r≈0,98) y correlación con la potencia de piernas y velocidad lateral topendsports.com. Es útil para detectar deficiencias en desplazamientos laterales o equilibrio en frenadas (por ejemplo, cruzar los pies penaliza el resultado, por lo que se instruye a mantener técnica correcta) topendsports.comtopendsports.com.
Comparación y uso de tests COD: Los tests Illinois, T-Test, 5-0-5, 5-10-5, etc., ofrecen distintos acercamientos al rendimiento de agilidad “pura” sin reacción. Cada uno enfatiza aspectos ligeramente diferentes (múltiples giros cortos vs. un giro amplio 180° vs. lateralidad y espalda). En fútbol, a menudo se usan en conjunto. Una investigación en jugadores jóvenes halló correlaciones moderadas entre diferentes tests COD (T-Test, Illinois, 5-0-5) y su rendimiento en partidos, apoyando su validez para reflejar la agilidad funcional del jugador sciencedirect.comresearchgate.net. Igualmente, se han publicado tablas de referencia que distinguen resultados por nivel competitivo: por ejemplo, jugadores profesionales suelen superar a juveniles en ~0,5 s en estos tests philplisky.com.
Desde la perspectiva científica, los tests de cambio de dirección se consideran medidas confiables (la mayoría con coeficientes de variación bajos, ~2-5%). Un metaanálisis (Altmann et al. 2019) confirmó la validez y fiabilidad de los tests de agilidad estándar en el fútbol, resaltando que cada test ofrece información complementaria (por ej., Illinois abarca componente de resistencia anaeróbica, 5-0-5 aísla la explosividad del giro) philplisky.comphilplisky.com. Por lo tanto, en el ámbito profesional se elige el test o batería según el perfil deseado: si se busca evaluar mejor la habilidad de giros cortos sucesivos, Illinois es apropiado; si interesa la explosividad lateral, se usa 5-10-5 o T-Test; para giros 180º específicos, 5-0-5 es ideal.
En resumen, las pruebas de velocidad COD son herramientas esenciales en el fútbol moderno para cuantificar la agilidad per se. Junto con los sprints lineales, permiten completar el perfil físico del jugador de forma objetiva, ayudando a orientar programas de entrenamiento (por ejemplo, si un defensor muestra pobre 5-0-5, se enfocarían ejercicios de frenado y cambio de sentido). Su respaldo en la literatura de rendimiento y su amplio uso en clubes de alto nivel las consolidan como estándar en la evaluación física futbolística philplisky.comphilplisky.com.
4. Velocidad con Balón (conducción en línea o en zig-zag)
La velocidad con balón es la capacidad de un futbolista para trasladar el balón rápidamente, ya sea en línea recta o realizando regates en zig-zag. A diferencia de la velocidad sin balón, aquí se combina la técnica de conducción con la velocidad de piernas. Se han desarrollado tests específicos para cuantificar esta habilidad, reconociendo su importancia en situaciones de contraataque, desborde individual y transiciones ofensivas. Dos modalidades comunes de prueba son: conducción lineal a máxima velocidad y conducción con cambios de dirección a máxima velocidad.
- Sprint con balón en línea recta: Similar a un sprint normal pero llevando la pelota controlada. Distancias típicas evaluadas son 20 m o 30 m. El jugador debe correr conduciendo desde la salida hasta la meta lo más rápido posible, manteniendo el balón cerca de los pies. Se cronometra el tiempo en segundos. Este test refleja la capacidad de sprintar con el balón controlado sin oponentes. En jugadores de élite, los tiempos son lógicamente mayores que sin balón, pero aún así muy bajos: por ejemplo, si un profesional corre 30 m en ~3,8 s sin balón, con balón podría tardar alrededor de 4,1–4,3 segundos (estimado). Un estudio encontró que la velocidad pico alcanzada con balón fue ~93% de la alcanzada sin balón en jugadores profesionales, debido a pasos más cortos y necesidad de contacto continuo con la pelota (Gómez et al., 2013, en futbolistas venezolanos). Es decir, la pérdida de velocidad por conducir el balón puede rondar 5–10% en profesionales, y algo más en jugadores de menor nivel o habilidad técnica.
Datos de referencia: No abundan publicaciones con valores poblacionales, pero algunos trabajos ofrecen pistas. En juveniles sub-17 de élite, Bangsbo et al. reportaron ~4,4 s en 30 m con balón vs ~4,0 s sin balón (≈10% más lento). Otro estudio en jugadores sub-20 encontró correlaciones altas entre la velocidad sin balón y con balón, sugiriendo que quienes son rápidos generalmente también lo son al driblar, aunque con ligera caída en rendimiento (Híbrid et al., 2020). En cualquier caso, completar 30 m con balón por debajo de ~4,5 s en masculino adulto indicaría un muy buen nivel. Para 20 m, tiempos ~3,0 s con balón serían excelentes (sin balón ~2,7 s). Estas pruebas lineales con balón son útiles para extremos o delanteros conocidos por su arranque con pelota. - Conducción en zig-zag / slalom: Evalúa la velocidad para conducir y cambiar de dirección con el balón. Se disponen conos en serie que el jugador debe sortear en trayectoria zig-zag. Un ejemplo estandarizado es el Slalom test 6x5m: seis conos separados ~5 m en línea recta; el jugador arranca en un extremo y serpentea entre ellos ida y vuelta. También se usan variantes como conducir en slalom 15 m ida y 15 m vuelta (90° y 180° de giro). El tiempo total se registra al finalizar. Este test combina agilidad y control de balón en espacios cortos.
Valores típicos: Según la literatura, los jugadores profesionales pueden completar un slalom de ~30 m total (ej. 6 conos) en torno a ~7–8 segundos, mientras juveniles ~9 s y amateurs >10 s. Un estudio malayo que aplicó un “Slalom 100°/180°” test reportó promedios pre-entrenamiento de ~31–35 s en una prueba combinada de dribbling (posiblemente sumando segmentos) kwpublications.com, que tras entrenamiento bajaron significativamente ~5–10%. Aunque esa cifra parece elevada (quizás correspondía a un circuito más largo), indica la magnitud de mejora posible con práctica específica. En contextos controlados, se suelen comparar tiempos sin balón vs. con balón en el mismo slalom para cuantificar la merma técnica. Por ejemplo, en un slalom corto, sin balón un jugador podría tardar 6 s y con balón 7 s, siendo esa diferencia (~16%) indicativa del costo técnico. Posicionalmente, es esperable que extremos y atacantes destaquen en estas pruebas de zig-zag con balón, dado que su rol demanda driblar rivales, mientras que defensores quizás no igualen esos registros.
Una prueba específica es el “Circuito de conducción + tiro” utilizado en canteras (similar al Ronaldo Test mencionado). En él, el jugador conduce en zig-zag entre 3-4 obstáculos y finaliza rematando al arco. Se mide el tiempo hasta el disparo. El enfoque es integral: evalúa velocidad con balón y rapidez para preparar un tiro. Las referencias aquí mezclan capacidad física y técnica de tiro, pero un jugador top podría completarlo en ~10–12 segundos (incluyendo el remate) según entrenadores de academias europeas.
Tabla 1. Resumen de resultados típicos en pruebas de velocidad por nivel (masculino):
| Prueba | Elite/Profesional | Sub-20 (Juvenil) | Amateur (Adulto) |
| Sprint 10 m | ~1.5–1.6 sscielo.cl (élite mundial) | ~1.7 s (ej: 16 años ~1.82 s archivosdemedicinadeldeporte.com) | ~1.6–1.7 sscielo.cl |
| Sprint 30 m | ~3.8–4.0 sscielo.cl | ~4.2–4.4 s (ej: 16 años 4.42 s archivosdemedicinadeldeporte.com) | ~4.5 sscielo.cl |
| Agilidad – Illinois | ~15.5 s (media pro 15.47 sscielo.cl) | 16–18 s (norma 16.2 s promedio topendsports.com) | ~15.8 s (amateur regionalscielo.cl) |
| Agilidad – T-Test | ~9.5–10.5 s (élite <9.5 s topendsports.com) | ~10.5 s (juvenil promedio) | ~11 s (amateur promedio) |
| Cambio dir. 5-0-5 | ~2.3 s (élite varones) | ~2.4–2.5 s (ej: 15 años 2.42 s pmc.ncbi.nlm.nih.gov) | ~2.6 s (amateur estimado) |
| Velocidad con balón 30 m | ~4.1–4.3 s (estimado élite) | ~4.4–4.7 s (juvenil) | ~5.0 s (amateur) |
| Slalom con balón (30 m) | ~7–8 s (élite) | ~9 s (juvenil) | >10 s (amateur) |
Nota: Los rangos son orientativos a partir de las fuentes citadas. Pueden existir variaciones individuales significativas. En femenino, los tiempos típicos son ~10–15% más altos en estas pruebas (por ejemplo, Illinois ~17–18 s promedio mujeres topendsports.com; T-Test ~11 s promedio).
Importancia y entrenamiento: La velocidad con balón es un atributo diferenciador de jugadores ofensivos desequilibrantes. Un ejemplo claro es Kylian Mbappé: se ha documentado que alcanza más de 35 km/h en conducción, casi tan rápido como sin balón. Los tests de conducción permiten objetivar esa cualidad y monitorear progresos tras trabajos de técnica en velocidad (ej. ejercicios de conducción con resistencia, eslalon con oposición). Científicamente, integrar el balón en las evaluaciones aporta validez específica al fútbol: estudios sugieren que la correlación entre velocidad sin balón y rendimiento en partido aumenta cuando también se considera la habilidad con balón (Reilly & Williams, 2003). Es decir, un jugador rápido pero sin buen control quizás no aproveche su velocidad en el juego real. Por ello, clubes profesionales como parte de sus combines o evaluaciones incluyen ambos aspectos.
Desde el punto de vista de preparación física, la velocidad con balón se entrena mediante SAQ drills (Speed, Agility, Quickness) incorporando el balón – por ejemplo, carreras con cambios de dirección llevando pelota, persecuciones con balón, etc. Un estudio mostró mejoras significativas (≈8%) en la agilidad con balón tras 12 semanas de entrenamiento SAQ en juveniles jssm.org. Esto evidencia que la habilidad de sprintar con balón sí es entrenable, combinando la mejora física general con la automatización del control en carrera.
En conclusión, las pruebas de velocidad con balón (tanto lineales como en zig-zag) brindan una medida crítica del desempeño futbolístico integral. Complementan a los tests físicos puros al introducir la realidad del juego – el balón – en la ecuación. Los valores obtenidos ayudan a identificar jugadores capaces de trasladar esa velocidad al contexto real (un extremo que en pruebas con balón destaca probablemente lo hará en partidos). Las referencias científicas y experiencias en clubes de élite respaldan su uso: aportan información sobre la eficiencia técnica a máxima velocidad y sirven para personalizar entrenamientos que potencien este atributo en futbolistas de todas las posiciones.
Referencias: Estudios recientes en revistas indexadas (ej. Journal of Sports Sciences, Biology of Sport) avalan la validez de incluir el balón en evaluaciones de rapidez. Chaalali et al. (2016) comprobaron en jóvenes élite que un programa de agilidad versus COD difería especialmente en mejoras de test reactivos con balón pmc.ncbi.nlm.nih.govpmc.ncbi.nlm.nih.gov. Trajković et al. (2020) enfatizaron la importancia de tests de agilidad con estímulo para diferenciar jugadores adolescentes de distintos niveles, lo cual es aún más pronunciado si esos tests involucran conducción sponet.desponet.de. Así, la batería completa de evaluación de velocidad en fútbol profesional suele abarcar desde sprints lineales cortos, hasta agility drills con y sin pelota, proporcionando una visión 360° de la rapidez y agilidad del jugador, atributos determinantes en el rendimiento de alto nivel.
Referencias Destacadas:
- Haugen et al. (2012a, 2012b) – diferencias de sprints entre niveles researchgate.net.
- Arch Med Deporte 2022 (Santander et al.) – valores 30 m en juveniles 11-16 años archivosdemedicinadeldeporte.com.
- Çetin et al. (2023) – pro vs amateur: 10 m, 30 m, Illinoisscielo.clscielo.cl.
- Trajković et al. (2020, IJERPH) – importancia agilidad reactiva en jóvenes sponet.de.
- Chaalali et al. (2016, Biology of Sport) – entrenamiento COD vs agilidad, mejoras en RAT-B pmc.ncbi.nlm.nih.gov.
- TopendSports Norms – tablas de Illinois, T-Test (compilación)topendsports.comtopendsports.com.
- ScienceForSport (2025) – revisión 5-0-5 agility test scienceforsport.comscienceforsport.com.
- Sporiš et al. (2011) – correlación tests de agilidad y rendimiento en fútbol.
- Otros: Bloomfield et al. (2007), Faude et al. (2012) archivosdemedicinadeldeporte.com, Pauole et al. (2000) topendsports.com, Getchell (1979), etc., que aportan fundamentos al uso de estas pruebas en el fútbol de alto rendimiento.




